El origen de la croqueta se remonta al siglo XVII y nace en Francia, donde se inventó el término “croquette” que proviene de la voz francesa “croquis” que quiere decir crujir.
En España, no fue hasta la segunda mitad del siglo XIX que se tuvo constancia de la existencia de la croqueta.
Era sin duda, el producto perfecto el cual permitía combinar un cereal económico y abundante como es la Harina con los restos de comidas del día antes, generalmente de gallina vieja.
Inicialmente, la base de la croqueta se hacía con puré ligero de patata y no fue hasta el año 1869 que se introdujo el término “bechamel”.
La croqueta ha sido desde sus inicios un producto popular y nace de la necesidad en los hogares españoles. Es por este motivo que ha acabado siendo más popular en España que en Francia.
En la actualidad y siguiendo con su popularidad, podemos encontrar croquetas tanto en tabernas, bares de barrio, como diferentes restaurantes con estrellas Michelin.